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Ahorrar Para Perder

AHORRAR PARA PERDER

 

¿Es usted de los que al ver que el estadio está abarrotado decide salirse cinco minutos antes del final del partido para llegar antes que los demás hinchas al parqueadero?


¿Acaso hace parte usted de esas personas que no soporta rozar su humanidad con la de sus congéneres cuando tratan de llegar a la salida más cercana? ¿Detesta no poder moverse en una escalera y tener que usar sus codos para infringir dolor ajeno en el costillar de otras personas a fin de abrirse espacio para conseguir una bocanada de aire?

 

Si responde afirmativamente a estas cuestiones, no solo lo hará sin sonrojo y con orgullo, sino que dirá en su defensa que, si en más de 85 minutos no han hecho nada, menos va a pasar en los restantes cinco minutos de juego. Aunque usted reconoce que se dan milagros en el fútbol e, incluso, es capaz de recordar gestas de último instante como la remontada de Champions del Manchester United al Bayern de Múnich, el gol de Sergio Ramos al Atlético de Madrid, la derrota del América de Cali en la Libertadores del 87 o el título de Premier del Manchester City en la última jornada contra el Queens Park Rangers, no cree ser el privilegiado de ver una resolución similar en el partido que fue a ver en vivo. 

 

Aquello no le resta pasión por el fútbol, piensa para sus adentros. ¿Quién se atreve a poner en tela de juicio su amor por este deporte tan solo porque abandona el estadio unos minutos antes para facilitares la vida y poder regresar antes a casa? Usted sigue a lo suyo: yendo a lo partidos, gritando, apoyando, sufriendo, insultando y parándose de su asiento cinco minutos antes del término reglamentario del juego.

 

Y como está convencido, sin tener que dar justificaciones racionales al respecto, de su fervor irrestricto por este deporte, decide ahorrar e ir a un torneo de selecciones. Como el mundial es muy caro y la Copa América la hacen cada vez que les da la gana, con lo que pierde mística y seriedad, opta por ver en vivo una Eurocopa. Para no dejarse todo su dinero guardado durante años elige, de una vez por todas, ir a la Eurocopa de este año, la que es Francia, la última en ser en una sola sede, de manera que le resultará un tanto más barato que la siguiente edición, cuando toque viajar por medio continente. 

 

La delgada línea entre Ahorrar y Perder

 

Vaya, vaya y disfrute a su manera. Vaya, compre cerveza, píntese la cara, póngase la camiseta que prefiera, goce con el ambiente sobrecogedor y salga cinco minutos antes para evitar contactos casi íntimos con los miles y miles de seguidores que atiborran las gradas francesas. Eso si, al otro día cuando lea los apellidos Payet, Griezmann, Berezutski, Sturridge, "Suastinga" (como usted aprendió que se pronuncia Schweinsteiger), McGinn, Piqué, Pellé y Stieber no se extrañe. No se extrañe porque son los nombres de los jugadores que, en los primeros 18 partidos de la Eurocopa, se han empeñado en amargarle la vida a persona como usted con sus goles después del minuto 85. Sí, solo 18 partidos y ya van diez goles bien en los últimos cinco minutos reglamentarios o en la prórroga.

 

Pero usted siga a lo suyo. Ahorre toda la vida para perderse lo mejor, lo mejor que siempre llega al final. 

 

Juan Pablo Pablo.