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El Hacedor Otro Mortal

EL HACEDOR,
OTRO MORTAL

 

Si Borges viviera y fuese aficionado al fútbol
— algo así como que si mi tío tuviera tetas sería mi tía —, no dudaría en bautizar a Claudio Ranieri como El Hacedor.


En un acto de autoplagio, propio de los escritores, le calificaría con el mismo título con el que nombró uno de sus textos insignia. El hacedor de un milagro deportivo ajeno a un tiempo donde sólo ganan los millonarios, los títulos se reparten entre los mismos y la afición de pueblo ha quedado enterrada gracias a la televisión satelital.

 

Sin embargo, el gesto de mortalidad con el que Ranieri resumió la temporada de su ahora eterno Leicester modelo 2015-2016 está fuera del terreno de juego donde forjó, partido a partido (derechos cedidos por el Cholo Simeone), el título de Liga. En los aires, y no precisamente en el Olimpo deportivo, aunque también, dijo hallarse Claudio Ranieri a la hora del partido entre el Tottenham y el Chelsea, en el cual se dirimía la suerte del Leicester. Con un empate, como terminó sucediendo, o una derrota de los Spurs, el campeonato iría al humilde equipo por el que las casas de apuestas pagaban 5000 a 1 a principio de temporada.

 

Por más Claudio Ranieri, por más eventual campeón de la Premier, portada de todos los diarios, millonario de antaño y figura reconocida en el fútbol, no podía evitar tomar un vuelo a la misma hora del partido en cuestión. Como todo mortal tuvo que poner su celular en modo avión, soportar el llanto de los bebés, sufrir el aterrizaje, despreciar las películas ofrecidas y elegir a regañadientes entre pollo o carne.

 

Ranieri nos recordó que no hay millones o fama que valga la hora de sabernos, y tener que ser, mortales. Quizás con un par de ceros más en su cuenta bancaria hubiese podido comprar un avión privado. Sí, pero al final la lección nos lleva a lo más básico, a lo humano, a lo corriente, a lo que creemos ajeno a esa burbuja de oro y brillo donde imaginamos que viven las grandes estrellas del fútbol.

 
 

Se aburren, no saben qué hacer, tienen que ver televisión, como usted o como yo. O tienen que leer una revista para distraerse, mandarse memes sin sentido, revisar titulares de prensa en internet, ir a cine, comer en un restaurante (más o menos bueno, pero ese no es el punto), emborracharse, romper un condón, olvidar el cargador del celular, quedarse sin papel higiénico, tener gripa, pelearse con la pareja, olvidar el cumpleaños de su mamá, sufrir un terremoto, preocuparse por las calificaciones de su hijo, no tener wifi o tener pesadillas que los lleven al insomnio.

 

Ranieri es mortal, Messi es mortal, Bale es mortal, Pelé es mortal, Arnulfo Valentierra y el “Tigre” Castillo también. ¿Cómo no son mortales si hasta se puede cagar de miedo escénico? ¿Verdad, Viáfara? 💩

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Después del recibimiento del equipo de Ranieri en Tailandia, queda claro que todos somos Leicester City, pero alguien sabe cómo pronunciar su nombre?

Somos Leicester City

 

Juan Pablo Pablo.